
07
Julio
Vuelven los abrazos a nuestras residencias | Tan necesarios y tan deseados
Tan necesarios y tan deseados. La eficacia de la vacunación se ha dejado sentir con prontitud en las residencias de mayores.
En las del grupo Villamor, hemos estado muy pendientes para que todo el proceso de inmunización haya ido de la mano con el mantenimiento de las medidas y protocolos de seguridad, con el fin de no relajar la protección a nuestros residentes, e ir cubriendo las etapas de desescalada de la manera más segura.

El contacto físico regresó y con él, momentos de gran emoción
La certeza de que todos, residentes y personal, tenían sus pautas completas con el tiempo posterior necesario para la creación efectiva de anticuerpos y, la llegada de la inmunización, ha propiciado que las restricciones vayan siendo cada vez menores.
No nos olvidamos de la seguridad
Una de las primeras consecuencias es la presencia en las residencias del grupo, de familiares y amigos, que ya pueden visitarnos con seguridad. Su presencia es muy necesaria y es de las situaciones que más hemos echado de menos.
El contacto físico regresó y con él, momentos de gran emoción, situaciones de reencuentros familiares, con tacto, con piel. El ser humano necesita de ese contacto durante toda su existencia. Los beneficios emocionales son indiscutibles, trasladándose a otros muchos aspectos de nuestra vida.

La mayoría de nosotros somos de carácter latino, marcadamente mediterráneo, personas que interiorizamos el contacto físico desde los primeros momentos de la vida.
Quizás esto haya hecho mucho más difícil sobrellevar las normas de distancia social y la ausencia de contacto como medidas necesarias anticovid. Mucho se ha temido por su implantación definitiva, como indispensable para evitar contagios, pero es evidente la necesidad del ser humano de sentir cerca, de tocar a quienes quiere.
Este contacto está necesariamente ligado a la producción de sustancias que nuestro cuerpo genera gracias a él. Sustancias químicas que favorecen nuestro desarrollo, nuestro equilibrio y nuestro bienestar.
Los mayores han podido recibir los besos y abrazos que tan lejos se antojaban y que tan peligrosos se sentían. Algunos de nuestros residentes han tenido la gran alegría de conocer a nuevos nietos y biznietos que solo pudieron ver por medio de las videoconferencias.
Queda en segundo plano el protagonismo que cobraron los medios virtuales de comunicación, para ellos, mucho más distantes, fríos y desconocidos, aunque tan útiles y necesarios en estos largos meses de pandemia.